miércoles, 29 de abril de 2015

Lluvia

La lluvia atemoriza a los ciudadanos atormentados
sufren una regresión siniestra a los rincones más oscuros
de sus más ingratos recuerdos.

La lluvia no es otra cosa más que ese monstruo
a quienes de niño temíamos pero debíamos vencer.

La lluvia es una bendición poética
como la Luna
la noche o las estrellas
sin la lluvia habría menos magia.

La lluvia a veces es exagerada
a veces liviana
y otras veces
(las menos)
ni siquiera es lluvia.

La lluvia está capacitada para suplantar
en términos de inspiración
a la gloriosa fiebre
obsequiándonos esperanza.

Oh, Dioses del delirio.

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