lunes, 19 de mayo de 2014

Síndrome del Escritor

El malestar se hace notorio cuando el insomnio ataca, no hay remedio ni cura, bueno excepto sobredosis de televisión con contenidos de baja calidad y aún así esto no es garantía de alivio o mejora. Usted puede identificar a quien padece este mal si nota segundos o minutos de ausencia en la mirada del posible enfermo, seguramente está enfrascado en pensamientos reiterativos que son el inicio de algún nuevo escrito.

Lo anteriormente mencionado aplica para otras ramas artísticas, pero en esta ocasión trataré sobre los adictos a escribir, como he mencionado no existe remedio ante el infalible deseo que lleva al enfermo a retratar sus pensamientos mediante letras ya sea en medio físico (papel) o en digital (computadores, tabletas, etc)



Otro de los signos es que hacen anotaciones incoherentes a los comentarios de las demás personas, por ejemplo si alguien menciona algo sobre su visita a la Catedral de Notre Dame en Francia, el apunte que hará un afectado por el síndrome del escritor será algo así como: ¿sabían que la película que hizo Disney sobre ‘Nuestra Señora de París’ de Víctor Hugo, cambió por completo el final de la historia para que los niños tuvieran el final feliz que siempre se espera?

Las miradas recriminatorias no se harán esperar y la persona sentirá que no es comprendido y que por lo tanto no encaja en el mundo que le rodea, esto naturalmente lleva al sujeto a un selectivo rechazo por la ‘vida típica social’ y disfrutará más en compañía de personas con las cuales comparte la enfermedad.

No es un hecho, pero la mayoría presenta como síntoma una fuerte adicción a ‘oler libros’, ya sean nuevos o viejos, según algunas descripciones, esto les permite percibir el ‘alma’ de lo que están a punto de leer, porque entre otras cosas, son buenos lectores o en buena medida disfrutan de leer un par de libros al menos anualmente.

¿Es contagioso?

Si bien los estudios no concluyen que el síndrome se transmita de un ser humano a otro, son reiterativos en afirmar que si usted ha leído este documento posiblemente sea uno de los afectados, debe considerar que de ser así, sus noches, no todas, se tornarán en un exquisito espacio para que su cerebro recree escenarios que nunca se le habrían ocurrido en el pasado, llevándole a sacar de algún modo todo aquello que piensa en forma de escrito.

Los expertos recomiendan controlar los ataques con la compra de alguna libreta que le ayude a llevar cuenta de las cosas que se le van ocurriendo, cada detalle cuenta, en ello radica la riqueza de sus próximas creaciones y no se preocupe, lo peor que le puede llegar a pasar es que el tiempo lo inmortalice cuando sea leído por otros, ante lo cual posiblemente sea usted un agente de esparcimiento de su enfermedad.



La etapa terminal del síndrome, responde a la necesidad del enfermo de compartir sus creaciones incluso con personas que no padecen del mal, empezarán a suscribirse a redes sociales que les ayuden a elevar su voz, trinarán en 140 caracteres sus mejores ocurrencias fruto sus pensamientos, abrirán un blog, dos o tres y se enfrascarán a diario en el mundo de otros aquejados por la enfermedad.

Recuerde, si usted o alguien cercano sufre del síndrome no dude en regalarle un libro o un buen cuaderno donde llevar sus aventuras mentales, quien sabe a lo mejor está conviviendo con un futuro premio nobel de literatura, algún premio Rómulo Gallegos, un(a) destacado(a) poeta (poetisa), un premio Cervantes o incluso un nuevo best seller.

Déjese llevar por lo que aquellas voces en su cabeza dictan, es decir, plasme todo aquello en papel o en un blog, léase de vez en cuando o léase a diario, siempre viene bien recorrer sus creaciones, protéjalas como si de sus hijos se tratara y no permita nunca que le digan que su enfermedad requiere cura, rodearse de más enfermos puede ser la solución cuando la soledad ataque y lo quiera convertir en quien no es, un ser normal, común y corriente.

Menos mal hay enfermos como usted y como yo dispuestos a darle color al mundo en el que aterrizamos hace tiempo.

Lee más sumándote en --> El Fanzine de Vicky.

No hay comentarios:

Publicar un comentario